La innovación se puede realizar en cualquier lugar, momento, actividad, edad, espacio. No es necesario mas que trabajar fuerte por querer innovar, sin importarte los resultados adyacentes, incluidos la rentabilidad de tus acciones.No es empezar bien, pero es inevitable que cambiemos la forma de pensar, si de verdad queremos innovar.
Innovar no es copiar de "otros" pero sobre todo no es copiar de uno mismo. Innovar es crear algo nuevo, pero se puede partir de algo que ya existe. Innovar es imaginar algo diferente que aporte un valor superior a lo que ya existe desde ideas que señalen nuevos caminos a explorar.
El ejemplo de El Bulli es uno del que podemos plantear como ilógico, pero que funcionó muy bien. Pretendió innovar desde la gastronomía, desde un pequeño restaurante que no había triunfado, en una cala escondida a la que se accede desde un camino pequeño entre calles estrechas de Rosas en Gerona y tras recorrer bastantes kilómetros de carretera muy secundaria. No son los ejemplos más recomendables en los libros, para lograr objetivos empresariales.
Pero sí consiguió innovar a costa de mucho trabajo, locura bien planificada y mucho estudio de todo tipo de posibilidades, no solo de negocio. Lo importante para el equipo era abrir nuevas vías y posibilidades, no rentabilizar un negocio del que ya existían miles repartidos por lugares más fácilmente accesibles.
Si añadimos que era un local pequeño, que solo se servían cenas y que solo abría seis meses al año, donde trabajaban más personas que posibles clientes, entenderemos que la innovación es muchas veces incompatible con los beneficios en forma de dinero. Y de hecho El Bulli perdía dinero, lo que no quiere decir que no fuera un gran ejemplo de innovación.