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Empresa en crisis. ¿Paracetamol o antibióticos?

El mundo de las decisiones en tiempos de crisis en las empresas, se mueve a ritmo casi paralelo entre dos clases de necesidades que tienen mucho que ver con la salud. Necesitamos medicaciones (ideas, proyectos, innovaciones) que nos resuelvan nuestros dolores de forma rápida, aunque no sean capaces de curar de verdad. 

Un dolor de cabeza de la empresa lo resolvemos con productos tipo Paracetamol, pero estas soluciones no curan el problema. Simplemente logramos que no se note durante unas horas, hasta la siguiente pastilla. Resuelve los síntomas de forma suficiente para seguir en el ritmo del día al día, pero no cura. 

Y luego tenemos los productos tipo antibióticos que revitalizan el proyecto o lo dotan de defensas reales, pero que no hacen desaparecer los síntomas en el momento y que si no tomamos otra cosa tardaremos unos días en ver resultados satisfactorios.

En el mundo de la empresa es parecido. Cuando hay problemas y fiebres, cuando todo se nota enfermo, tenemos dos opciones y a veces solo podemos actuar con un producto. O le administramos Paracetamol o antibiótico, pues no hay dinero para las dos soluciones. Aunque a veces lo barato salga muy caro.

Decidir qué medicina empleamos es un gran reto, pues tenemos que decidir si actuamos sobre los síntomas o sobre la enfermedad. Si trabajamos para ganar tiempo o si tenemos tiempo para trabajar sobre la base de la enfermedad.

Una ampliación de capital es un antibiótico, un crédito rápido o una letra de peloteo puede ser una aspirina. Devolver una letra de un proveedor o retrasar unos días la nómina de los trabajadores es Paracetamol. Estudiar una fusión, la entrada de nuevos socios, o diversificar los servicios con nuevas inversiones puede ser aplicar antibióticos. 

Pero no siempre podemos hacer ambas cosas, incluso algunas de ellas son negativas en el medio plazo. Y todas ellas requieren una reflexión contundente. ¿Qué futuro esperamos para nuestra empresa, nuestro proyecto?