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Los RRHH han perdido poder en las empresas. Grave error

En tiempos de crisis, en momentos de despidos y con desvaloración de los puestos de trabajo, en periodos en los que todo son recortes y sustos laborales, las personas sienten —como es lógico—, que el valor de su puesto de trabajo ha desaparecido. Ni tiene seguridad en su trabajo ni este le ofrece garantías para su propio futuro ni sabe si en breve dejará de formar parte del equipo sobre el que está entregando su calidad humana y profesional.

La reacción lógica de todas la personas cuando llegan a “su” conclusión inevitable de que ya no están seguros en su puesto de trabajo es la de dejarse llevar, sentirse heridos y contemplar el conjunto laboral desde un punto de vista más negativo y mucho menos motivador. Esta situación dejará durante muchos años una herida, un decaimiento laboral, una desmotivación grave, que tendremos que resolver más pronto que tarde.

De esta crisis —es casi seguro que…— saldremos, y que cada empresa necesitará a sus mejores profesionales pero también a todo el resto de sus recursos humanos para crecer y para volverse a posicionar en sus mercados. Y lo que es más importante, para encontrar su futuro. Pero con las personas heridas de inseguridad esto será imposible.

El daño que se está haciendo al mercado laboral, se está haciendo también y preferentemente al mercado productivo de calidad, a ese mercado laboral que necesitamos como país para volvernos a posicionar en puestos de competitividad. 

Hoy los departamentos de Recursos Humanos de las empresas han sido vapuleados por los técnicos asesores económicos que buscaban el beneficio a corto plazo, cuando no nivelar sus contabilidades desde la decisión del despido y no desde la de innovar, modificar la producción, cambiar sistemas, actuar sobre los departamentos de ventas o modificar servicios. Los departamentos de RRHH han perdido poder en las empresas y eso será muy grave en los próximos años, al desvirtuar su poder y relación dentro de las organizaciones laborales.

No contar con los departamentos de RRHH a la hora de planificar su futuro es un gran error, pues solo la excelencia y la motivación de sus equipos serán los que vuelvan a posicionar a las empresas, a los equipos, en el lugar competitivo necesario.