Páginas

Qué hacer cuando tienes excesivo ruido en tu vivienda

Aquella vivienda nunca me gustó demasiado. La veía ruidosa, musicalmente compleja, con pocas posibilidades de dormir bien la siesta. Eso que por la noche nunca sonaban las campanas desde que me quejé al cura del pueblo, pero a mis retoños, pequeñas cigüeñas recién nacidas, no les gustaba nada que les despertaran de sus sueños infantiles. 

Pero al menos tengo la suerte de tener una vivienda con vistas al campo inmenso desde donde vigilo perfectamente las comidas del verano. Lo uno por lo otro. Imagen de Julio Puente