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Psicólogo barato. La peluquería

Ya sé que has probado ir a la peluquería como un ejercicio de tranquilidad, de cambio, de sosiego, de gozo incluso, de sensualidad. Tienes razón. Ir a la peluquería, sean hombre o mujer, es un ejercicio sensual que te permite salir de la rutina y aumentar la autoestima. No siempre es posible, por el precio, pero es un ejercicio válido para curar al menos de momento, las depresiones leves, las ansiedades, las bajas autoestimas.

Alguien te habla, te escucha, te toca el pelo y la cabeza, incluso según a donde acudas, te da masajes. Estás un tiempo en otro ambiente, hablas con más gente, sales diferente, no sólo más limpio de cabeza exterior, sino también interior. Te has relacionado con otra persona. Busca a peluqueros o peluqueras que te hagan la función completa, es decir, un buen servicio de pelo pero también una agradable conversación según tus gustos. Cada persona necesitamos un tipo de conversación, a un tipo de interlocutor. Ellos y ellas tienen mucha experiencia con sus diferentes clientes. No son psicólogos, pero a veces se parecen un poco.