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Franquicias pero con cuidado y análisis

Una forma sencilla de empezar un negocio es entrar a través de una franquicia a una marca ya asentada, a un producto que tus futuros clientes ya conocen y valoran. No hay que abrirse nuevos mercados, estos ya están asentados, no es necesario cuidar y buscar tu propia calidad y servicio, pues viene dado con la enseña y la formación viene en el mismo paquete al igual que la marca, toda la papelería, los iconos de la marca. Pero no todo son ventajas.

Como las franquicias han crecido mucho, entran a veces marcas no tan profesionales, donde el negocio no es crear más tiendas o servicios, sino buscar más inversores que quieran entrar en la franquicia. A veces ya no se busca abrir más mercados hacia los clientes finales, sino buscar clientes que quieran apostar por la inversión en la franquicia. Y aquí el tema se complica, pues el negocio del franquiciador es muy diferente y las posibilidades de engaño también son mayores.

Hay franquicias que incluso no tiene legalizado el nombre comercial de su empresa para poderla franquiciar y a veces el tipo de contrato que se realiza con el franquiciado es más un contrato leonino que un contrato libre. Mi consejo es que antes de cualquier inversión, acudamos a un abogado mercantil independiente de la empresa franquiciadora y le planteemos las dudas que se tengan. Si cuando nos duele la tripa acudimos al médico, cuando nos puede doler el bolsillo hay que acudir a profesionales. O si no te quieres gastar dinero en profesionales que te asesoren, al menos habla de tus proyectos con alguna persona de confianza y que te analice desde fuera los pros y contras de la inversión.

Analica donde está funcionando la marca franquiciadora. Si es en otras ciudades, vete a verlas y hazte pasar por un cliente. Aparca unas horas enfrente y analiza el tipo de cliente, sus frecuencia, el tipo de compra, etc.

Mira bien los costes que te van a suponer entrar de franquiciado. Qué estás comprando y a qué precio. Mira el margen que te queda pues el precio de venta vienen marcado en los contratos y analiza cuánto producto debes vender al día para que te salga rentable. El mes tiene entre 20 y 25 días comerciales. Saca tus cuentas sencillas y luego terminan por analizar con calma todo el Plan de Negocio.

¿Cierran tiendas o servicios de la marca que quieren franquiciar? ¿Cúal es el motivo? ¿Vuelven abrir en el mismo sitio? ¿Te dan muy poca información o en cambio te dan excesiva información, compleja y farragosa? ¿Cada vez hablas con una persona diferente o tienes un “tutor fijo” para la nueva empresa? ¿Has concertado a qué distancia NO se puede poner otra empresa de la misma marca? ¿Es posible vender productos que no sean de la marca franquiciadora? ¿Te pueden ayudar con las entidades financieras, para la inversión, para el pago a proveedores? ¿Puedo hablar con otros franquiciadores de la marca, aunque sean de otra ciudad, para conocer sus problemas y sus soluciones?