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Las muchas izquierdas diferentes

Las personas de izquierda venimos desde las posiciones de ideas donde ponemos todo en entredicho, desde la crítica social, desde la duda, desde el aborrecimiento del poder y por ello incluso del Estado. Los de derechas vienen desde otros conceptos sociales e ideológicos más sencillos y básicos. Siendo de izquierda todo está en cuestión y análisis, todo parece que nos lo podemos cuestionar incluso para modificarlo retorciéndolo. Y esa es una gran debilidad pero a la vez una de nuestras señas de identidad que nos dan esa personalidad de intentar la mejora social desde abajo hacia arriba.

Sin cuestionamiento no es posible el trabajo hacia la mejora.

Y como son tantos los cuestionamientos que nos podemos hacer ante las realidades sociales, y tantas las formas de ordenar y posicionar estas dudas, estos trabajos de calle…, hay tantas izquierdas distintas.

¿Cómo ordenamos y en qué posición la lucha de clases, la indignidad laboral, la injusticia social, la inmigración, el feminismo, el consumismo, la globalización negativa, la justicia y la libertad de la persona o de la sociedad, los poderes fácticos, la corrupción, la economía familiar o personal, etc.?

Hay muchos grados también de personas de izquierdas. Más o menos expeditos, revolucionarios, buenistas o dialogantes y negociadores. Hay pragmáticos, anarquistas o internacionalistas, hay por el contrario nacionalistas o incluso personalistas (lo cual es más complejo de entender) y todos son de izquierdas, aunque no de las mismas izquierdas.