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No estoy a favor de Primarias en ningún partido de izquierda

No estoy a favor de las Primarias en los partidos políticos para elegir las listas electorales, y lo digo desde posiciones de pseudo izquierdas, pues ahora ya no me dejan ser de las izquierdas oficiales, por mi particular forma de encarar ciertos asuntos hoy muy de moda. 

Cosas de ganicas de joder y separar desde la sociedad a los que no siempre comulgamos con ruedas de molino que están en mente de todos, pero que ayudan a que se nos olviden otros. Cuidado con las manipulaciones muy inteligentes  que son las más peligrosas. Pero volvamos a las Primarias.

Así que me reafirmo como ya dije hace muchos años y sigo manteniendo: mis Primarias son distintas a las que siempre presenta la izquierda de forma tonta. 

Deben ser mis años de empresario.

Yo sí creo en una Primarias que sirvan para elegir al Primero de la Lista. Pero a partir de ese puesto, elegido por todxs lxs militantes, el resto de las listas electorales deben ser elegidas por esa persona que encabeza el equipo de trabajo. Efectivamente creo en el liderazgo, que parece más una posición conservadora que progresista. Ya dije que me consideran 
pseudo izquierdista que debe ser un insulto al que no hago caso.

Los equipos deben ser eficaces y a gusto del que los dirige. Ejemplos podría poner a decenas, pero no quiero personalizar y siempre son de izquierdas. Desde enemistades entre los integrantes del equipo de trabajo pero elegidos en Primarias equivocadas, a equipos con sobrecarga de un tipo de profesionales y vacío de otro. Muchos economistas y ningún sociólogo o trabajador social o arquitectos, por poner un ejemplo en candidaturas municipales.

Sin contar que TODAS las Primarias crean muchas tensiones absurdas, divisiones cuando no enemistades, conflictos y roturas internas que no sirven para nada. 

Unas Primarias siempre dividen a las organizaciones políticas, para no lograr ni el objetivo de una democratización real de la misma ni una excelencia en las elecciones de personas para los puestos de responsabilidad, ni unas listas más atractivas para los votantes, que son los que al final eligen y ponen en valor todo el proceso.