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Un periódico es mucho más que un periódico. ¿A qué huele un periódico?


Un periódico es mucho más que un periódico. Para los que no lo habéis vivido desde dentro os resultará idiota lo que os digo, pero os puedo asegurar que un periódico de papel es como un milagro diario, y lleno de pequeños detalles que no salen a la venta. 

En mis tiempos dentro del periódico el olor era imprescindible. Un diario huele a periódico, huele para remarcarte que aquello es un milagro. Y un periódico mancha. Cuando cogías un periódico de la máquina, un acto maravillosamente recordable, no cogías un montón de papeles con noticias, recogías como un niño recién nacido, como el fruto de un parto.

Pocos saben que un periódico al menos entonces salía caliente de la máquina. Estaba caliente lo que unido al tacto del papel, a la tinta sin secar y que manchaba, lograba que te fundieran con él, te convirtieras en parte de aquellos papeles ordenados y simétricos los unos a los otros.

Un periódico es tacto, sobre todo es sensación de tocar algo único, pues a los pocos minutos ya no estaba caliente, no olía en cuanto salía a la calle, no manchaba la tinta, se convertía en algo que se compraba y se vendía. Un periódico de las máquinas es gratis, pero debería valer mucho más que un periódico de la tienda, pues es otra cosa.