El debate entre una política de estímulos o de austeridad ante la  crisis sigue estando a la orden del día. Lo cierto es que creo que ambos  conceptos no tienen porqué estar en contradicción si se hace una  política económica sensata. Lo que hemos tenido, por ejemplo, en España,  es todo lo contrario. En vez de coger los mandos del barco con la  seguridad necesaria para pasar por el estrecho que hay entre Escila y  Caribdis, nos hemos estrellado con una para darnos de frente después con  la otra. Los estímulos como mero aumento del gasto aumentan la  desconfianza. La austeridad como mera disminución del gasto disminuyen  el crecimiento.
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De nuestros blog "Caótica Economía" y "Econstuff"