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Los titulares de prensa son la salsa de la noticia

Los titulares de la prensa de hoy preocupan, sonrojan o harían sonreír, a quien desde fuera nos viniera a visitar por capricho. Seguro que no se quedaba en este mundo, por si acaso fuera contagiante.

Javier Krahe será juzgado por cocinar un crucifijo.
El Gobierno entrega entre 500 y 1500 millones de euros a dos bancos para que se fusionen.
El Rafita en libertad tras unas horas detenido, llevando 8 meses en busca y captura y tras pegar a dos policías.
Detenido por masturbarse en público el impulso de la ONG “Niños invisibles”
Nada es más rápido que la luz, decía Einstein y hoy se confirma su razón.
La mujer que nació un siglo antes de tiempo.
El Papa ordena descubrir al topo.
Las moscas macho que no se aparean, se dan a la bebida.

Son pequeñas pinceladas no tanto de la realidad social como de la necesidad de los medios de plantear titulares potentes para gente que entra a ver sus noticias. Los titulares son inevitablemente la salsa, lo que obliga tal vez a leer los contenidos, adentrándonos en las sustancias. Son pues en periodismo una necesidad. Periódicos hay —y sobre todo han existido en otros tiempos—, que viven de sus titulares más que de sus contenidos. La prensa está muy mal, con muy serios problemas económicos y sin poderlo evitar tendrán que explorar o volver a explorar nuevos o viejos caminos para llegar a nuevos grupos sociales. No necesariamente se puede calificar de amarillismo potenciar los titulares para buscar lectores, pero es un delgada línea que resulta fácil traspasar. En los titulares arriba colocados, nada es mentira, pero tampoco es toda la verdad.