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Debemos permitir estos abusos hacia las mujeres?

Esta imagen representa una mujer de la tribu de los Mursi, asentados en Etiopía. Se calcula que son unas 9.000 personas que viven sobre todo por la zona de las estepas de Jinka en la región del Omo Central. Surge enseguida la pregunta persistente. ¿Debemos intervenir para evitar estos abusos a la mujer? ¿debemos permitir estas prácticas ancestrales y no interferir en sus formas de vida y cultura?

El consejo de hombres de más edad de cada poblado, que llaman “Los Jalaba” son los que toman las decisiones de cada grupo como una forma de gobierno. Los Mursi al igual que sus vecinos los Surma de donde proceden, mantienen entre otras tradiciones ancestrales “La Dunga”, una batalla festiva pero real entre jóvenes de distintos grupos de la tribu y que provistos de unas largas cañas se pelean entre ellos, en las que los guerreros que consiguen la victoria obtienen el derecho a escoger esposa y el respeto de los contrincantes perdedores.

Las mujeres Mursi y las Surma lucen platos de arcilla incrustados en sus labios y en las orejas después de la pubertad. Las mujeres se cortan el labio inferior y se instalan unas placas de arcilla que van cambiando cada poco tiempo para ponerse otras de más tamaño, como también son sorprendentes los peinados con ornamentos como aros metálicos y telas diversas. Las mujeres se tiene que quitar los dientes inferiores para poder asentar bien estas placas de arcilla que llegan a los 7 centímetros (o más) de diámetro. Los hombres lucen unos espectaculares dibujos pintados con tiza blanca por todo su cuerpo.

La imagen es de Dmitri Markine para National Geographic.