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Quien dice que el 2013 no puede ser peor todavía?

Abandonando este 2012 podemos caer en el vicio de intentar recordar todo lo sucedido y hacer un sumario de penas y dolores.   

Un error pues cuando no sale nada positivo es mejor olvidarse de lo acontecido. Así que empezaremos a soñar con el 2013 que al menos viene nuevo.

Recuerdo que muchos, al principio del 2012, tenían la ilusión del cambio de gestores, de quienes estaban seguros que todo iban a cambiar con la cara sonriente. 

Y si, cambiar ha cambiado, pero han perdido la ilusión en el cambio positivo y se han dado de bruces con las penas aumentadas. Para este 2013 que no se esperan cambios, así al menos tienen la ilusión de que nada puede ir a peor. Aunque yo creo que no hay que provocar al destino, todo es posible a poco que se empeñen en ello.