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Los atajos tienen que tener algo prohibido. No es lo mismo atajo que alcorce

No está bien buscar los atajos para nada. Suelen estar escondidos entre las hierbas y entre estas suele haber ortigas que pican mucho. 

En esta cartel se avisa de que alguien ha encontrado un atajo, aunque luego otro cartel como pintada anuncia una huelga estudiantil. La calle que se insinúa a la izquierda puede ser “el atajo”, es estrecha y lleva a otros lugares menos visitados de la ciudad. 

Pero cuando los atajos se anuncian y se utilizan por todos dejan de convertirse en atajos para ser simplemente caminos más cortos. Un atajo tiene algo de prohibido, de salto por encima de las normas. Si se convierte en habitual pierde su encanto. En mi ciudad los llamamos alcorces.