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Tió Nadal, Angulero, Olentzero o Apalpador. Otros magos

La iamgen original es de la revista digital Mito
Estas fechas navideñas llenas de magia e ilusión son varios los personajes que acuden a los hogares a dejar regalos en las casas de los pueblos y ciudades. A los niños…, pero también en las últimas épocas a los adultos.  Sin duda los más conocidos son Santa Claus, también llamado Papá Noel, personaje nórdico que recorre el mundo con su trineo cargado de regalos.

Y los Reyes Magos que fueron hasta Belén a adorar al Mesías, y que la noche del 6 de enero llenan de regalos los zapatos de los niños. Y aquí es cuando conviene recordar y citar algunos otros personajes tradicionales de la Navidad en España, para que no se nos olviden. No todo son Reyes Magos o Papás Noeles.

El Apalpador (también conocido por el nombre de Pandigueiro ) es, en algunas zonas de Galicia, la figura mítica de un carbonero que según la tradición baja la noche del 24 o 31 de diciembre, a tocar el vientre a los niños para ver si han comido suficientemente durante el año, dejando un montón de castañas, eventualmente algún regalo y deseándoles que tengan un Año Nuevo lleno de felicidad y comida.

Otro personaje tradicional de estas fechas es el Olentzero u Olantzaro, un personaje navarro de la tradición navideña vasca. Se trata también de un carbonero tradicional entre los jóvenes vascos y navarros, y que desde la década de los 80 del siglo XX también trae los regalos el día de Navidad en los hogares País Vasco y Navarra, para los niños. Su origen está en la zona de Lesaka. El Olentzero es definido como un personaje burlesco, tradicional, incluso sucio del carbón, que las cuadrillas paseaban por los caseríos durante sus cánticos navideños y que sufrió una evolución para convertirse en el que traía los regalos a los niños en estas fechas.

Otro personaje navideño de España es el Angulero de Asturias. Según la tradición el Angulero era un hombre que nunca tenía suerte pescando. Sin embargo, cada 24 de diciembre pescaba una gran cantidad de angulas. Para celebrarlo, el hombre las vendía en la lonja y compraba regalos para los niños del pueblo, dando así gracias a la gran pesca de aquel día.
Por último cabe citar al Tió de Nadal o Tronca de Navidad de las zonas altas de Aragón y Cataluña desde antes del cristianismo, que es un grueso tronco que se bendice con pan y vino y que va cubierto con una manta o colcha, y al que los niños golpean con un palo, para que la tronca expulse los dulces que esconde debajo de la manta. Tiene su origen en la zona pirenaica en la que se cortaban los troncos para todo el invierno, y se guardaban los más grandes para la chimenea de Navidad, con la intención de que durase todas estas largas noches tan frías. 

Laura Puente