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¿Para qué sirve la Historia? ¿Y la de España?

Escribir sobre historia no parecería nada complicado. Es recoger datos y trasladarlos en un orden determinado. Pero la realidad es muy otra, la historia está delante de nosotros ya interpretada, pues no la podemos tocar ni oler, no podemos preguntar dudas a sus protagonistas. Nos la reinterpretan y en ese camino se le van añadiendo más o menos, adjetivos, destinos, orden de importancia, protagonistas, escenarios. Y al final nos muestran una historia “fabricada”.

Famosos libros de la Historia de España estuvieron prohibido en la dictadura. Podría parecernos imposible. ¿Censura a libros de historia vieja? Pues sí. Algunos Reyes tenían que ser Católicos, otros y otras no podía saberse que les gustaba follar encima de las grandes mesas de palacio con todo bicho viviente, y en algunos casos había que tapar asesinatos o bodas de conveniencia, o incluso sexo entre familiares.

Si estas cosas estaban censuradas en los siglos de hace siglos, es normal admitir que lo acontecido en la España de los años 70 esté mirado con lupa y en gran parte todavía escondido. Ahora con algunos chivatazos y grabaciones logradas de forma pirata nos van soltando con cuentagotas historias e historietas. ¿Pero son solo esas o hay más, que censuramos aunque estas ya de por sí nos parezcan tremendas?

Siempre hay mucha gente que dice que a ellos les importa tres pitos lo que pudo suceder el 23F en Valencia o Zaragoza, y que lo que les importa es el HOY. Parece cierto eso, pero sin ser capaces de saber el ayer, los del “hoy” seguirán haciendo lo que les venga en gana, pues saben que nunca se sabrá lo que van a realizar.

Pocas cosas hay más ideologizadas que la historia. Hay auténticos escritores que saben interpretar muy bien lo que desean “vendernos” lo que nos obliga a seguir buscando. El ejemplo más fácil lo tenemos en Cataluña con su Corona Catalano Aragonesa y todos sus añadidos. pero ellos tienen también sus razones. La Corona de Aragón tuvo su centro durante muchos años en las tierras que hoy son Cataluña, y por eso quieren defender lo que entonces no era lo que hoy sí quieren que sea. Nadie reinterpreta la historia sin antes llenarse de razones para hacerlo.

La inevitable solución pasa por tomar partido, creer en algunos autores, leer muchos y de variadas posiciones, creer en lo que crees más lógico, y apostar por ello evitando que la información que te llegue está manipulada. No es fácil, pero hay que intentarlo. No hubo una Segunda República…, sino varias II República Española. Y esto suena a raro, pero no se puede contemplar el nombre del todo, sin admitir que hubo variados apellidos y periodos, con notables diferencias entre ellos hasta estallar en un caos muy violento.

La historia tiene que saber diferenciar procesos, y explicarlos de forma entendible. Casi fácil. Y sobre todo cuando se explican decisiones hay que hacerlas embutidas en los momentos sociales que les acompañaron. Si las miramos desde “el hoy” no sabremos entenderlas bien.