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Trabajadores débiles: todavía más abusados

Se me han quejado unas voluntarias de un Centro Ocupacional de Zaragoza por el trato laboral en una lavandería, rayando el abuso horario y de condiciones de trabajo hacia unas personas que no saben/pueden quejarse como los trabajadores comunes. La verdad es que en estos tiempos el trato indigno a todo tipo de trabajadores, a poco que sean oficios comunes y de fácil contratación o con algún añadido que haga complejo poderse defender, es una constante que no estamos atendiendo como se merece.

Pero lo curioso es que siempre son presiones desde personas en concreto, no funcionan tan mal las organizaciones, como las personas que llevan las organizaciones. Somos capaces de crear normas en la misma medida en que somos capaces de aprender a saltárselas. Y en la misma en que luego no somos capaces de inspeccionar su cumplimiento. 

Las familias callan, los trabajadores no pueden defenderse, y las instituciones sociales y políticas estamos muy ocupados en temas mucho más vistosos y fáciles. Siempre salen perdiendo las personas más débiles.