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Los dictadores saben que su final está lleno de sangre

Gadafi ha sido asesinado, por mucho que lo intentemos tapar con declaraciones del color que nos guste más. Es decir, ha recibido un castigo ilegal y poco inteligente, en un país muy complicado de regir por sus leyes ancentrales no escritas, donde los clanes tribales tienen sus particulares formas de entender la justicia y la convivencia. 
Y digo poco inteligente, sin estar seguro de ello, pues tal vez a los que intentar gestionar el mundo, les resulta más sencillo tener a Gadifi muerto que detenido. 
Los dictadores del mundo saben desde hace mucho tiempo que su futuro siempre es el mismo, por mucho que intenten gobernar con dureza. Ser dictador tiene su aquel mientras se ejerce de sátrata sin cuestionar. Luego, el fin es siempre la muerte, sea legal o ilegal. Así que nos queda un consejo final para los dictadores de pelaje diverso. No seais tontos, que al final os joderán, dedicaros a aprender a ser demócratas, que es más util para vuestro beneficio. Robar más de cien millones no sirve para vivir mejor.