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Como superar una ansiedad crónica en pocos segundos

El título de la entrada no es falso, no es falaz, es auténtico aunque duro y complejo. No todos estamos preparados para hacerlo realidad sin ayuda. Pero debemos saber antes cual es la meta, para saber hacia donde nos tenemos que dirigir.

La ansiedad crónica se puede resolver en pocos segundos. Depende exclusivamente de nosotros.

Debemos decidir que nos vamos a querer más, a partir de ahora. 

Así de sencillo y así de complejo. Pero sin esta decisión no va a servir ningún otro camino, ninguna otra decisión que tomemos. No sirven las pastillas aunque ayudan, no sirven las terapias si al final no logran convencernos de que hay que quererse personalmente más y por ello pelear por mejorar nuestra vida.
Para que los demás puedan disfrutar de nuestra ayuda, para que todos los demás puedan ser felices en nuestra compañía, antes debemos querernos más y cuidar nuestra salud, asumir que no nos queremos lo suficiente y que debemos a partir de este momento pensar más en nosotros, pero sin tapujos, sin engaños, con seriedad, asumiendo nuestras limitaciones pero también nuestras calidades.
La gente que nos rodea es maravillosa (o no) pero no mejor que nosotros. Tener asertividad es el primer paso para resolver muchos otros. La asertividad está a medio camino entre dos actitudes negativas. La agresividad y la pasividad. 

La asertividad es defender tu postura, saber que eres capaz, defender tus ideas, superar tus temores para así ser mejor para ti mismo y por ello mejor también para los demás, admitir que eres capaz de triunfar y de fracasar a partes iguales, de tener temores y saber superarlos, a no sentirte culpable de nada, a no engañar y a no admitir que te engañen, es saber que te deben escuchar al igual que tú escuchas a los demás. Sin ser agresivo y sin ser una persona pasiva que todo admite como mal menor. Recuerda pues que ya sabes cual es la meta hacia la que te tienes que dirigir.  

Esa meta eres tú

Esa meta es valorarte más y ponerte a trabajar ahora mismo para alcanzar esa meta.
¿Cuanto hace que no dices “yo…”? ¿cuánto hace que no admites alabanzas pues te parecen fuera de tono? ¿cuánto hace que no llevas la contraria a alguien de forma educada, defendiendo tus posturas con calma y sin dejarte convencer?
No tiene nada que ver la asertividad y la agresividad. Nada.
No tiene nada que ver ser educado con olvidarte de la asertividad. Nada.
Hay que ser asertivo. Y a la vez se debe ser educado, no ser agresivo y no ser un sujeto pasivo de tu propia vida.
No te engañes más, ahora ya saber donde se encuentra la meta para resolver los problemas, hace falta ir encontrando los caminos que nos lleve a ella. Pero la meta eres tú mismo, quererte más tú mismo.