Páginas

Tenemos muy poca autoestima con nuestro cuerpo, con nuestra imagen corporal

La constante exposición que hacemos en la sociedad occidental a una figura típica y tópica nos hace dudar sobre nuestro cuerpo. Sobre todo los adolescentes que leen revistas o ven contenidos en televisión relacionados con la imagen personal, muestran una mayor insatisfacción con su cuerpo. Las chicas jóvenes son las más sensibles a percibir mal su propia vida y sobre todo la percepción de su físico. La insatisfacción corporal se asocia más al tipo de contenido que se observa, que a la frecuencia de la exposición de los impulsos informativos. Les afecta más ver físicos inalcanzables en personas con estudios o estrato social normal, que la cantidad de veces que observan situaciones que creen no poder alcanzar si vienen de personas que ya son famosas o importantes.

Nos falla interiorizar nuestro propio cuerpo y su realidad, separada de los modelos que nos quieren marcar como correctos en los medios de comunicación. Recurrimos por ello a no entender los motivos reales y a caer en trampas de alimentación que en nada sirven para acercarse a modelos muy exigentes o muy marcados, cuando en realidad lo que falta es una autoestima más potente y cuidada.

Mientras que en las mujeres se busca una delgadez casi extrema en los hombre se busca un cuerpo musculoso, aunque la insatisfacción del propio cuerpo es del 16,5% en las mujeres y solo del 5,4% en los hombres. Nos olvidamos de la salud como elemento primordial a la hora de valorar nuestras posibilidades reales de estar como el modelo que creemos básico, y por ello en algunos casos ponemos en riesgo nuestro desarrollo interior, nuestra salud, y sobre todo nuestra autoestima para poder afrontar todo tipo de problemas vitales. Hay que promocionar un cuerpo saludable, más que un cuerpo estereotipado según unos baremos que cambian con el tiempo y que nadie sabe en qué se basa para afirmar que es mejor o peor. Ni es buena la extrema delgadez ni la obesidad. No es buena una alimentación escasa o mal controlada, como no es saludable unas ayudas dietéticas para hacer crecer músculos de forma artificial.