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Algo hacemos mal los adultos, cuando toda la atención es para una niña

La imagen de ayer en España cuando menos fue al de la niña Greta Thunberg en Madrid, llegando con su cartel desde Lisboa tras atravesar todo el Atlántico para estar presente en la Cumbre del Clima que se celebra en España al no poderse realizar en Chile.

Una niña portado un gran cartel que le acompaña a todos los lugares en las últimas semanas, reclamando "Skolstrejk for klimatet" o una petición a los estudiantes para que hagan huelga los viernes en las escuelas para intentar salvar el planeta de los abusos. Huelgas o al menos minutos de debates, de quejas, de silencio.

Los símbolos son eso, fuerza simbólica que se utilizan para mover conciencias, ideas, sensaciones. U eso es la niña sueca Greta Thunberg. Un símbolo. ¿Es suficiente? NO. Pero es la demostración de que algo mal estamos haciendo los adultos, cuando es una niña quien se lleva toda la atención durante semanas.

Si una niña dice: "Los líderes nos están traicionando y no vamos a permitir que siga siendo así. El cambio viene, os guste o no, porque no tenemos otra opción" deberíamos ponernos a reflexionar.