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Historias de un Matrimonio. Una película más que real. Triste

Ayer vimos "Historias de un Matrimonio" en Netflix, esa película de amor odio, de amor sobre todo donde cuando se decide acudir al divorcio todo se pierde pues entran a saco todas las formas del sistema incluida la Justicia y los abogado para crear el ambiente clásico del odio a la otra parte. Ya no hay personas, hay caso, ya no hay sentimientos sino ganar o perder.

Marriage Story es la clásica verdad que todos conocemos y nunca queremos verbalizar ni reconocer, de que el amor por el propio cansancio de la convivencia, cuando se convierte en separación, solo tiene un camino bueno. El de la mediación. Si se abandona ese espacio incierto y raro, se termina en la pérdida de l dinero, del control, de la verdad, de la libertad propia y ajena.

Pierde el hombre, pero no gana la mujer. Bueno, tampoco, pues quien de verdad pierde es el hijo. Como en todos los casos. Y ganas los abogados. Maravilloso trabajo de Scarlett Johansson, Adam Driver, de una dirección de Noah Baumbach que no cae en el melodrama sin olvidarnos del trabajo de los tres actores que hacen de los distintos abogados, que representan sin duda ese espacio social variado que se ha ido conformando alrededor del negocio de los divorcios.