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Nunca hay que rendirse si la vida te va mal. Siempre es posible mejorar

En la vida te puede suceder de todo. Incluso mucha situaciones malas o muy malas. Puedes sufrir y o alcanzar objetivos, puedes estar desesperado y la angustia te invade hasta superarse. Pero los tiempos pasan, no son eternos, no duran tanto como pensamos.

Lo único que no debes hacer nunca es rendirte.

Párate a pensar qué sucede, qué te está pasando y recoloca por orden de importancia tus problemas. Separa los urgentes de los importantes, los dolorosos de los momentáneos. Los que se pueden resolver de aquellos que son imposibles.
Pero no te rindas nunca. Sigue pensando que tú —si, tú sol@—, eres capaz de soportarlos y lo que es más importante, de resolverlos y cambiar su potencia. 

Lo único que no debes hacer nunca es rendirte. Habla contigo mism@ del futuro, con toda la carga del pasado encima como elementos de experiencia.