Ver a Scarlett Johansson parecería un lujo, ver a Scarlett Johansson desnuda es robarle ese lujo.
Observar esas imágenes presuntamente robadas de su móvil como circulan por todo Internet es morbo, simplemente morbo que no está claro si está aderezado de descuido, de robos o de apaños.
De cualquier modo como circulan, no está de más que las podamos disfrutar con calma y a un tamaño correcto, y no como se ven en mucho sitios, a una Scarlett Johansson verdosa, floja y apagada.
En esta época no había inteligencia artificial, pero si programas de retoques de imágenes. Lo curioso es que por ver lo que dicen algunos que es una determinada persona, crean que es esa persona. En realidad estamos bastante tontos. Y encima desenfocada.