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Han sido 40 años de Transición



La transición española no nace con la muerte del Dictador en la cama, sino al menos unos meses antes, cuando el 1 de octubre de 1975 se ve obligado a salir al balcón del Palacio Real a explicar ya casi moribundo, que Europa y el mundo nos odia, y que él sigue representando la verdad. 

Aunque es verdad que algunos estudios colocan el inicio de la Transición en el 20 de diciembre de 1973, cuando fue asesinado por ETA (con ayudas) el almirante Carrero Blanco, entonces Presidente del Gobierno.

Y si complejo es decidir en qué momento empieza el resurgir de la nueva democracia en España, como sensación al menos de un cambio inevitable, más lo es designar una fecha al momento de su finalización.

¿Ha terminado ya, en el 2017 la Transición? Debería, sin duda. Pero es complejo saber cuando. Si nos alargamos en el análisis podríamos decir que el 15-M de 2011 fue un punto de reflexión colectiva para acabar con los viejo.

Pero si colocamos como Piedra Filosofal a la actual Constitución, es posible que todavía no haya terminado, o que el 1-O de 2017 con el Referéndum irregular cuando no ilegal de Cataluña, haya marcado el punto de no retorno y la necesaria modificación de la Constitución.

Pero también es cierto que el 23-F de 1981 fue una ocasión perfecta para datar la finalización de esa primera fase de la Transición, por lo que supuso de paso adelante. Y también sin duda el 1 de enero de 1986 cuando España entraba definitivamente en la Unión Europea.

Excesivas divergencias de fechas, sobre todo por no saber con claridad qué es una Transición Política, hasta dónde hay que caminar para darla por terminada, qué se esperaba de estos cambios hacia la democracia, y sobre todo en qué punto estamos hoy, en el 2017, para saber si definitivamente se puede y debe dar por cerrado un periodo histórico.

Y como hay que definirse, también aquí, me defino.

De todo esto hablaremos aquí, de todas las situaciones que vivió España en estos años que van desde el 1 de enero de 1975 al 31 de diciembre de 2014, unos meses después de la abdicación de Juan Carlos I como Rey.

Son 40 años y dejan fuera muy a mi pesar los últimos tres años hasta la fecha de hoy, sabiendo que mucho de lo cocido en esta época anterior sigue siendo caldo de cultivo para lo que está sucediendo ahora mismo en España y en Cataluña. pero en algún momento hay que cortar. O no.