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Flores siempre vivas y sin tener que regar

Tal vez cansado el dueño del patio de que en invierno se le secaran las hojas y no tuviera flores de colores que llevarse a los ojos, optó por pintarlas en la pared. No hay que regarlas y siguen siendo brillantes aunque haga un frío de guantes. Incluso se permite el lujo de lograr flores con la cara del dueño. ¿Quién da más?