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Vi a un joven leyendo en un autobús, y era un libro en papel

Ayer en el autobús urbano me encontré con un joven que iba leyendo un libro de papel. Sorprendente caso de enfermedad intelectual que deberíamos evitar como pudiéramos. 

Si increíble es que todavía existan especímenes que lean libros en espacios públicos, peor es que sea un joven y que además lo lea en papel. ¡¡Qué ejemplo es ese!! 

Pero lo soportamos todo el resto de viajeros con estoicismo y sin llamarle la atención. Nos costó, todo hay que decirlo. 

Encima, yo creo que para provocar, el libro era gordo, de esos antiguos de más de 700 páginas que leerlo en papel es una enfermedad que te puede dañar los brazos de sujetarlo, un caso atípico. 

El resto intentamos disimular como pudimos siguiendo escondidos entre las pantallas del teléfono, sin mirar, pues a veces hay enfermedades que se contagias simplemente por la mirada. 

Al llegar a casa me lavé los ojos con manzanilla para evitar recordarlo.