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Viniendo de Cerca 23 - La estadística también se puede engañar


Hay que entender que con la distancia que requiere el asunto de la salud y las personas fallecidas, que siempre es brutalmente inasumible, lo cierto que por debajo de todo esto se tiene que sustentar una realidad menos grata: hay que salvar a la sociedad, al Sistema, a los países, a incluso hay que evitar la estrategia política de la división de poderes. 

Pero dentro de todo este enorme problema social —pues afecta a toda la sociedad— ya convertido en la III Guerra Mundial, se esconden como siempre ha sucedido: tácticas, mentiras o medias verdades, interpretaciones y carreras por tener la solución y liderar el mundo. 

Y también y a pequeña escala, luchas por mantener el poder local, por no equivocarse o al menos que no lo parezca, por salir airoso cuando se le reclamen a cada uno las responsabilidades por las decisiones que tuvo que tomar en momentos anteriores de la crisis ya desbocada.

Pero la capacidad del ser humano para contar la verdad sin ser verdad o la mentira para que parezca verdad, son inmensas. 

Escuché hace unas semanas que había subido el número de afectados en España en un 25% sobre el día anterior. Y es cierto. Y que al día siguiente subía solo el 20% lo que indica que estábamos mejorando. Los datos son correcto, pero no estábamos mejorando. 

El 25% de 2.000 (por poner un ejemplo) es 500 lo que supone que al día siguiente ya son 2.500. Si al día siguiente se aumenta en el mismo número de enfermos, es decir en 500 nuevas personas infectadas, supone un incremento del 20%. 

Puede parecer mejor pero son los mismos 500 afectados. Por eso mismo hay que entender que incluso la estadística puede “venderse” para dar moral, lo cual es incluso positivo pues no se trata de alarmar gratuitamente, pero no debe venderse como un éxito del gestor pues no ha logrado casi nada.