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Yo sigo creyendo en los Reyes Magos. Por mi salud, claro

Sin las ilusiones artificiales que nos vamos montando para continuar el camino sería complicado soportar todos los embates. Así que sí, yo creo en los Reyes Magos, aunque no sean ni reyes ni magos, pues sirven para poner color en las vidas de las personas. 

Los inviernos siempre son tristes y hay que ponerles color y calor a base de ilusiones inventadas. 

Creo en la magia de los camellos que se comen los turrones y se beben el moscatel, y en el papel de envolver y en la sonrisa de los niños.